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Edificio destruido de la Estacion de Biolog�a Marina de la Universidad de Concepcion. El pueblo entero fue arrasado por las olas de tsunami que siguieron al terremoto de magnitud 8.8 del 27 de febrero.

Edificio destruido de la Estación de Biología Marina de la Universidad de Concepción. El pueblo entero fue arrasado por las olas de tsunami que siguieron al terremoto de magnitud 8.8 del 27 de febrero. Haga clic en la foto para vista más grande y crédito de foto.


Un Remezón a la Ciencia en Chile

9 Marzo, 2010

Lisa Levin
Scripps Institution of Oceanography

Javier Sellanes, traductor

El 27 de Febrero bajé a mi camarote para una siesta, previa a la llegada a cubierta de un montón de testigos de sedimento. Eran pasadas las 3AM y aún restaba mucho trabajo. En el momento que bajé todo estaba bien. Cuando subí, 45 minutos mas tarde, Chile había experimentado un terremoto de magnitud 8.8, uno de los mayores registrados. Durante los días siguientes las noticias fueron llegando lentamente a nuestro frustrantemente lento sistema de correo electrónico a bordo. Mi preocupación era por la gente de Chile, pero también por los amigos que hice en 1998 durante mi sabático en la Universidad de Concepción y en la Estación de Biología Marina en Dichato. El epicentro del terremoto fue a poco más de 100 km al norte de Concepción.
A mediada que las comunicaciones se restablecieron, fui enterándome directamente por algunos amigos e indirectamente por otros. La mayoría de los investigadores marinos que conozco estaban vivos y sin lesiones.  No fue así para la ciencia marina en Chile central. Curiosamente los tsunamis resultantes del terremoto y sus réplicas hicieron los mayores daños.

La lancha cient�fica Kay Kay II, perteneciente a la Universidad de Concepcion. La embarcacion de 18 m fue arrastrada 1 km tierra adentro luego del terremoto del 27 de febrero. Posteriormente los equipos oceanogr�ficos fueron robados por v�ndalos.

La lancha científica Kay Kay II, perteneciente a la Universidad de Concepción. La embarcación de 18 m fue arrastrada 1 km tierra adentro luego del terremoto del 27 de febrero. Posteriormente los equipos oceanográficos fueron robados por vándalos. Haga clic en la foto para vista más grande y crédito de foto.


La maravillosa Estación de Biología Marina en Dichato, donde trabajé durante un verano y regresé para enseñar durante parte de otro, fue destruida completamente por una serie de tres olas. Estas llegaron dos horas después del terremoto y cada 30 minutos. La perdida de instrumentos, equipos de laboratorio, computadoras, muestras e incontables horas dedicadas a generar información es catastrófica y abrumadora. Esta fue la base de operación de muchos de los principales investigadores marinos de la Universidad de Concepción. Solo las paredes quedaron en pie, la mayoría del  los interiores y parte de las techumbre fueron destruidos.  

La Kay Kay II, la lancha científica de 18 m de la Universidad quedó varada casi a un km tierra adentro. Aunque la embarcación podría ser rescatada, aparentemente vándalos le han quitado todos sus instrumentos.

Por supuesto que las ciencias marinas en el campus central también han sido gravemente afectadas. Una semana sin electricidad equivale a una catástrofe para las delicadas muestras en los congeladores… para algunos esto representa las muestras recolectadas durante toda una vida perdidas, para otros un Doctorado que se esfuma. Otras incontables consecuencias seguramente irán apareciendo.

En los pasados años la oceanografía y la ciencia en el océano profundo de Chile ha sido realizada por el Vidal Gormáz, un buque científico de altamar que alguna vez fue el Thomas Washington del Instituto Oceanogáfico Scripps. Este buque generalmente se ubica en Valparaíso – en este momento desconocemos su estado. Tengo una fuerte conexión con este buque. Mi primer crucero de investigación (como estudiante de postgrado) fue en el Thomas Washington en 1977 y tuve la buena suerte de navegar dos veces en el Vidal Gormáz en 1999 y en el 2000. Este buque ha llegado al fin de su vida útil en Chile e iba a ser remplazado por un nuevo buque de 75 llamado Cabo de Hornos. Este nuevo buque, con instrumentos de última generación, estaba diseñado para trabajar en el sur de Chile y en aguas Antárticas. Su lanzamiento estaba previsto para el 27 de Febrero de 2010, sólo horas después del terremoto. Una ola lo levantó y lo dejó sobre un muelle en tierra firme.

La ejecución de la oceanografía depende del acceso a los buques de investigación y a las estaciones de terreno. El terremoto de Chile les dio un duro golpe a ambas. Somos afortunados aquí a bordo del Melville de tener acceso a un buen buque, una buena tripulación y estar a salvo de los terremotos, réplicas y tsunamis. Nuestros colegas chilenos a bordo están por el momento encantados con la sorpresa del descubrimiento científico. Pero ellos y otros enfrentan una monumental tarea para reconstruir la infraestructura necesaria para hacer florecer la ciencia marina en Chile central. Los investigadores Chilenos han sido muy generosos conmigo en el pasado, espero que los investigadores marinos alrededor del mundo aunemos esfuerzos para ayudar a reencauzarlos.