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ABE se alista para su inmersion final. En sentido horario desde la derecha: Al Duester, Tim Shank, Jim Dorrance, Sean Sylva, and Andy Billings

ABE se alista para su inmersión final. En sentido horario desde la derecha: Al Duester, Tim Shank, Jim Dorrance, Sean Sylva, y Andy Billings. Haga clic en la foto para vista más grande y crédito de foto.


Réquiem a un explorador

6 Marzo, 2010

Jordan Stanway por el equipo de ABE
MIT/Woods Hole Oceanographic Institution

Javier Sellanes, traductor

En oceanografía, si tu número de recuperaciones es igual al número de lances, estas teniendo un buen día.

El equipo del ABE tuvo un mal día ayer. Luego que el ABE descendió tres km en su inmersión número 222, liberó sus pesos de descenso y controlo su flotabilidad. Aquí fue cuando perdimos el rastreo acústico. 

El Melville navegó sobre el sitio de lanzamiento por varias horas mientras revisábamos cada detalle de nuestro sistema de rastreo. Aumentamos la potencia, revisamos el cableado e interrogamos a la red de transmisores submarinos desde el barco. Todo estaba funcionando, pero aún no podíamos escuchar a ABE.

Abe tiene varios sistemas independientes y redundantes de seguridad para prevenir situaciones como esta. Los hemos usado a todos antes, y todos han funcionado. Pero nunca antes habíamos perdido completamente el contacto.

Hay dos transmisores acústicos. Estos están sellados con sus propias baterías en esferas de vidrio separadas y reciben en distintas frecuencias. Le podemos enviar una señal acústica para abortar la misión a ambos, y ABE liberaría sus pesos y volvería a la superficie. Por lo menos así había ocurrido en el pasado—enviamos señales de abortar a ambos receptores pero no escuchamos ninguna respuesta y ABE no regresó.

El soporte vacio de ABE en la cubierta de estribor del Melville.

El soporte vacio de ABE en la cubierta de estribor del Melville. Haga clic en la foto para vista más grande y crédito de foto.


Alguien sugirió que ABE podría haberse metido bajo una cornisa o en un hoyo. Podría entonces no escucharnos desde su ubicación. Si estuviese atascado, pero aún intentando completar su misión un temporizador hubiese avisado al sistema para volver hacia atrás.  Al ocurrir esto debería haber sido capaz de escucharnos nuevamente, y nosotros deberíamos haber sido capaces de escucharlo nuevamente. De hecho esto había sucedido muchas veces antesy ABE había sorteado la situación. Pero siempre había habido contacto acústico. El Melville estuvo en el área más allá del tiempo del temporizador pero ABE nunca apareció.

Eventualmente nosotros tuvimos que movernos a otro sitio para hace un lance de CTD, pero nos mantuvimos cerca. Aún podíamos escuchar la red de transmisores en caso que ABE comenzara nuevamente a utilizarla.

Cuando todo lo demás falla, ABE tiene otro temporizador con sus propias baterías que libera todos los pesos una hora después que debería haber terminado su misión. Luego de eso normalmente a ABE le toma dos o tres horas retornar a la superficie. Durante ese tiempo deriva con las corrientes. Ya teníamos una idea de cómo estas eran luego de la inmersión 221 la noche anterior. Esperábamos que ABE debería derivar 1400 metros al noreste del punto en el que abandonó el fondo. 

ABE tiene una ponderosa baliza VHF. Una vez que está en la superficie el barco puede usar una antena direccional para rastrearlo y encontrarlo. Escuchamos nuestra propia radio en el laboratorio, y escuchamos en el puente, pero todo lo que escuchamos fue estática, ABE se había perdido.
 
Chequeamos todo estos sistemas de emergencia antes de cada inmersión. Todos los sistemas estaban funcionando cuando pusimos a ABE en el agua. El descenso ocurrió sin novedades, y el rastreo acústico estaba funcionando correctamente. ABE estaba comunicándose con la red de transmisores en el fondo, la red estaba respondiéndole y nosotros podíamos escuchar todo…justo hasta antes del punto en que no volvimos a escuchar nada más.

Ahora pensamos que la explicación más plausible es una falla catastrófica. Todos los sistemas independientes fallaron al mismo tiempo, lo cual es prácticamente imposible a menos que algo realmente malo le haya ocurrido al sistema al mismo tiempo.

La implosión de una de las esferas de vidrio sería algo muy malo. Cada esfera de 40 cm de diámetro liberaría una energía de un megajoule si implosionara a 3000 m—y ABE tenía 6 de ellas y tres esferas de 25 cm de diámetro. Si cualquiera de ellas hubiese fallado, hubiese ocurrido una reacción en cadena con el resto. La energía total liberada equivaldría a tres cartuchos de dinamita.

Epitafio:

Under the wide and restless sea,
Lies my grave, now let me be;
Glad did I work and now I rest,
Now by deadlines no longer stressed.
And I lay me down with a will.

This be the verse you grave for me;
"Here lies ABE where it longed to be;
Home is the sailor, home to the sea,
Here it rests, now let it be."

~ Al Bradley (after Robert Louis Stevenson)


El único problema con esta teoría es que no escuchamos nada, nisiquiera en el sistema de rastreo acústico. Una explosión así hubiese sido escuchada incluso a través del casco del barco. Si bien pensamos que esta es la explicación mas probable, es difícil que creer que nadie haya escuchado nada.

ABE jugó un rol pionero en el desarrollo de vehículos autónomos submarinos y en su uso para exploración submarina. Fue el primer vehículo autónomo que generó detallados mapas de la dorsal meso-oceánica y el primero en localizar nuevas fuentes hidrotermales en el fondo. ABE era uno de los pocos vehículos autónomos en operación con la capacidad de permanecer inmóvil o andar hacia atrás. Operaba más como un helicóptero que como un torpedo, y eso le permitía volar cerca del fondo entregando valiosa información a la ciencia del océano profundo.

En su inmersión 221, ABE recolectó evidencia de la presencia de actividad hidrotermal en el área que estábamos investigando. Solo podemos especular acerca de lo que encontró en su última inmersión.
Hay un riesgo asociado cada vez que ponemos un vehículo autónomo en el océano, y siempre esperamos que regrese. Hemos perdido a un miembro de nuestro equipo, pero prefiero pensar que ABE está feliz mientras está en las profundidades.